Me gusta llevar por bandera que soy autista, porque creo que es una forma de visibilizar nuestra condición y hacer activismo, en cambio, he tenido experiencias desagradables que me han hecho pensar: ¿es seguro decir que somos autistas? ¿Qué implicaciones tiene hacerlo en entornos personales o profesionales?
Después de una reflexión personal sobre las experiencias, tanto positivas como negativas, que he tenido en los últimos tiempos al identificarme como autista, he llegado a algunas conclusiones que quiero compartir contigo.
Autismo y visibilidad: ¿Es seguro decir que eres autista?
Hablar abiertamente sobre ser autista es una decisión complicada. Durante un tiempo pensé que no pasaba nada, que los demás lo entenderían y que empatizarían conmigo. Pero la realidad es distinta: compartirlo puede exponerte a malentendidos, prejuicios e incluso a situaciones donde algunas personas se aprovechen de tus vulnerabilidades. Y esto es duro. ¿Por qué esconder quienes somos? No debería ser así.
El autismo es una discapacidad invisible, y muchas veces esto juega en nuestra contra, aunque tengo que reconocer que otras puede ser una gran baza. Por supuesto no vamos a ir contando a diestro y siniestro que somos autistas, pero hay determinados entornos que creemos seguros que pueden ser peligroso.
En mi caso hubo momentos, en el entorno laboral, que pensé que sí era seguro, porque se trataba de un entorno en el que se trabajaba con personas neurodivergentes. Pero me equivocaba.
Cómo nos afectan las relaciones en entornos profesionales y personales siendo autistas
Tenemos una forma distinta de procesar el mundo. Eso ya lo sabemos. Pero esa forma tan diferente, hace que muchas veces seamos carne de cañón para determinados perfiles, tales como el narcisismo y el histrionismo.
A mí, personalmente, me cuesta mucho entender que una persona que ha estudiado sobre neurodivergencias, y que trabaja a diario con personas dentro de esta condición, vaya a usar en propio beneficio determinadas actitudes. Es algo que no concibo. Pero existe.
Tenemos la tendencia a ir de frente, sin filtro. Y eso hace que muchas veces se vean nuestras intenciones de forma muy clara. No pasaría nada si estuviéramos rodeados de personas nobles, pero no es así.
Ojo, no estoy diciendo que todas las personas alistas sean malas, y los autistas buenos. Nada que ver. Hay alistas que son personas maravillosas y autistas que son el mismísimo diablo.
Lo que quiero decir es que por nuestra condición tendemos a ser más transparentes y esto puede jugar en nuestra contra en ambientes laborales y de relaciones personales.
Detectar y manejar perfiles tóxicos siendo una persona con autismo
Creo que los perfiles más complicados son los narcisistas y los histriónicos. Ambos se alimentan de la atención de los demás, aunque con fines muy diferentes, y manipulan la situación para que no se vean sus verdaderas intenciones.
Vamos a ver cada uno de estos perfiles por partes.
El histrionismo
Sin haber estudiado todavía en la carrera (sabrás que soy estudiante de psicología) los trastornos de personalidad, sí me he informado sobre estos dos trastornos porque creo que son especialmente peligrosos para las personas autistas.
Una persona histriónica busca la atención de gente que tiene alrededor porque es su manera de obtener valía propia. Es algo así como que si me tienes en tu atención, entonces soy valioso para ti y por lo tanto soy valioso.
Hacen y dicen cosas para ser constantemente el centro de atención, de ahí que suelan ser personas muy teatreras y a las que les gusta montar un espectáculo por cualquier cosa. Ya sea que estén contentas y por cualquier nimiedad montan una fiesta, como que estén tristes y sea la tragedia griega modernan.
En nuestro caso podemos no entender sus intenciones ocultas y tomar como razón de su comportamiento simplemente lo que dicen. Y aquí está el problema, porque esto es un tipo de manipulación. Cambian la realidad para que no se vean sus intenciones ocultas. Para nosotros, que tenemos dificultades en entender el lenguaje no verbal, esto puede ser un problema y podemos llegar a ser víctimas de sus engaños.
El narcisismo
Los narcisistas son otro tema completamente diferente. Ellos también manipulan y también necesitan la atención del otro, pero con fines muy diferentes. Un narcisista se nutre de dejarte mal a ti, de hacerte sentir menos que él. De ahí que sean verdaderamente peligrosos.
Pero no lo hacen de una forma tan evidente, sino que lo esconden con adulaciones. Primero te hacen sentir una persona muy especial, y en función de tu personalidad, incluso dependiente de sus halagos. Y después, cuando ya sienten que estás confiado es cuando te pisotean y ellos sienten que han conseguido su recompensa porque no eres nadie sin ellos.
Fíjate lo peligroso que es esto para un colectivo que no entienden el lenguaje no verbal y que, en consecuencia, tiende a ser muy literal. «Si me dices que soy bueno, es porque piensas que soy bueno». Y esto, lamentablemente no siempre es así. Los juegos de manipulación no siempre son tan evidentes para nosotros.
Estrategias de protección para personas autistas en un mundo neurotípico
¿Qué podemos hacer para evitar a este tipo de personas? Pues, y me repito, sin ser psicóloga, creo que lo mejor es reconocer las características de los trastornos y dejar saltar nuestras alarmas internas cuando veamos los siguientes rasgos:
- Una persona muy teatrera que lo vive todo con demasiada intensidad.
- Alguien que exagera mucho las situaciones que vive, ya sean para bien o para mal.
- Cuando te adulan por cualquier cosa que haces.
- Cuando alguien te hace sentir mal por ser como eres (esto en cualquier caso, por supuesto).
- Cuando la otra persona no valora tu trabajo y sólo ensalza lo que hace él o ella.
- Cuando hablan de otras personas que han hecho cosas similares a las que has hecho tú, pero a ti no te lo reconocen y a la otra persona la ponen por las nubes.
Estos son sólo algunos consejos. Ni una persona que haga estas cosas quiere decir que lo haga por hacerte daño, ni una persona que te vaya a hacer daño vas a poder identificarla sólo mediante estos rasgos. Ojalá fuera tan sencillo. Como digo, son sólo algunos rasgos a tener en cuenta y estar precavidos siempre que los veamos aparecer.
Un libro que, aunque no está escrito para adultos, da buenos consejos para evitar este tipo de situaciones es Mi mamá es verde y mi vecino naranja. Como digo, tiene un enfoque muy sencillo, pero te ayuda a pensar sobre estos temas.
Conclusiones
La condición autista tiene rasgos que son muy admirables y respetables, pero es cierto que otros rasgos, que también son admirables y respetables, pueden hacer que nos encontremos en situaciones difíciles con personas que no son claras con sus intenciones.
Es el caso de personas con rasgos histriónicos o narcisistas. Este tipo de personas utilizan la manipulación para conseguir sus propios objetivos sin tener en cuenta que la persona que tiene en frente quizá no está entendiendo sus intenciones. Realmente somos el blanco perfecto, porque pueden hacer y deshacer sin miedo a ser descubiertos.
Por este motivo, debemos ser especialmente precavidos con este tipo de personas y hacer saltar todas nuestras alarmas internas cuando veamos alguno de los rasgos ya mencionados.